martes, 14 de mayo de 2013

Reto a la Cultura

Reto a la Cultura


Marcos Rivadeneira S.


La cultura como concepto actual, debe ser entendida como la forma de ser, de vivir, de desarrollarse de un pueblo. Eso que lo identifica, que lo representa, que lo hace diferente como grupo humano del resto de la humanidad.

Partiendo de esta sencilla premisa, un organismo estatal que se encargue de las manifestaciones culturales, debe ser una institución compleja que pueda abarcar varios relacionados a la conservación, difusión y desarrollo de los elementos culturales del país, pero sobre todo de las personas que trabajan en las áreas culturales.

El ministerio de cultura debería preocuparse por el desarrollo social (es decir el bienestar de la fuerza laboral), basado en la ocupación que le corresponde. Esa debería ser la visión global de un gobierno. Un política que brinde bienestar en base a las actividades propias de cada función.

En el área de la cultura existen una gran cantidad de profesionales que trabajan en torno a su actividad, solo por mencionar unos cuantos tenemos a Antropólogos, Sociólogos, Restauradores, Museólogos, Curadores, Historiadores, Artistas (pintores, escultores, teatreros, bailarines, músicos, etc.), Literatos, entre otros. Toda esta gama de profesiones siempre han estado al servicio de la cultura, sin embargo ninguna institución se ha preocupado por generar empleo para estas familias.

De qué manera se puede generar empleo en estas áreas y al mismo tiempo conservar, promocionar y desarrollarnos como pueblo característico? El caso es que el Gobierno no debe influir en la producción artística, y tampoco en la generación cultural, ya que esto echaría por la borda cualquier intento de reivindicación, ya que la generación artística es irreverente por esencia, y lo que se conseguiría es producir un arte nuevo rebelde a las formas estatales. Eso referente a la producción artística nueva, sin embargo creo que la mayor riqueza de nuestra cultura aun se encuentra por desenterrar, por descubrir, por promocionar, por conservar, por ello, es sumamente importante que las instancias gubernamentales solamente promuevan las gestiones culturales. Las instituciones culturales paralelas a la central, son instituciones que han venido subsistiendo en sus actividades con presupuestos mínimos, con salarios establecidos y sin gestores. Esto ha hecho que se conviertan en instituciones parásitos del estado, que no generan ningún bienestar adicional, excepto plazas de trabajo estacionarias.

Cuántas plazas laborales existe en la Casa de la Cultura?, cuántas en el Archivo Nacional de Historia?, cuántas en los Museos Municipales. Qué actividades aportan estos funcionarios sin presupuestos para elaboración y ejecución de proyectos. Por qué razón no se hace Investigación, Restauración arquitectónica, restauración de obras de arte, rescate de archivos históricos, estudios sociales y antropológicos que determinen nuestra cultura y produzcan una base para nuestra identidad, difusión en el interior y exterior, publicaciones, etc. Cada una de estas debería estar enmarcada en una dependencia del ministerio.

El reto del Ministerio de Cultura es muy amplio y complejo, que debe manejarse con sabiduría, no con mano dura. Debería poder apoyarse en las altas inteligencias del país en este tema, para la mejora y bienestar de los pueblos involucrados y sus actores. Pero sobre todo, una de las cosas que más malestar produce es la concesión de proyectos sin estudio previo y por intereses creados, dependientes y sin concurso de las mejores propuestas, es decir, toda la basura corrupta enquistada en los mandos medios.

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