EL ORO INCOLORO INOLORO E INSÍPIDO

Marcos Rivadeneira S.

El agua es un Recurso Renovable. Esto quiere decir que es un elemento existente en la naturaleza que puede ser recuperado después de su uso.

Todas las organizaciones mundiales de conservación natural tienen ingentes razones para diseminar una gran cantidad de recomendaciones para la conservación del agua en el planeta. Bien pues, la buena noticia es que el agua no se va a acabar. El agua es un recurso renovable, es decir que vuelve a su estado natural. El problema es que hay lugares en el mundo en donde no existe agua potable. Esto hace que la vida de muchos niños y adultos se hallen en peligro.

La Asamblea General de Naciones Unidas, aprobó el 28 de julio de 2010, una resolución que reconoce al agua potable y al saneamiento básico como derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos.

La resolución fue adoptada a iniciativa de Bolivia, tras 15 años de debates, con el voto favorable de 122 países y 44 abstenciones. La Asamblea de Naciones Unidas se mostró “profundamente preocupada porque aproximadamente 884 millones de personas carecen de acceso al agua potable y más de 2.600 millones de personas no tienen acceso al saneamiento básico, y alarmada porque cada año fallecen aproximadamente 1,5 millones de niños menores de 5 años y se pierden 443 millones de días lectivos a consecuencia de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento”. La adopción de esta resolución estuvo precedida de una activa campaña liderada por el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma.

Los recursos naturales se han vuelto escasos con la creciente población mundial y su disposición en varias regiones habitadas es la preocupación de muchas organizaciones gubernamentales. Según la ONU, actualmente 80 países del mundo sufren debido a la falta de agua.

Para concluir este punto diremos que el agua (como todo en este planeta) está mal distribuida. Por supuesto que esto tiene que ver con la conservación de los bosques, las políticas gubernamentales para la deforestación, etc. Sin embargo es imprescindible comprender que existe gente, seres humanos que está muriendo literalmente de sed o por consumo de agua contaminada, que ese es otro tema gubernamental.

La mala noticia al respecto es que, las grandes potencias económicas vienen haciendo una campaña permanente para la conservación del agua, como si no fuera un recurso renovable. Con el único fin de privatizar el agua para ser vendida, inclusive en los países en donde existe suficiente agua potable. Esta es una política clara de libre mercado, hacer una propaganda permanente para que llegue el momento de intervenir (crear la necesidad). De hecho, muchas empresas internacionales han tomado ya la misión de hacerse cargo de embotellar el agua y venderla a un precio que rinda una ganancia considerable.

Las organizaciones internacionales evitan hablar del tema porque tienen todos intereses compartidos y creados al respecto. De hecho ahora nos parece un proceso natural, comprar agua cuando se tiene sed, porque nos parece mas saludable, higiénico, etc. Esa es la propaganda que nos han vendido y es absolutamente una mentira creada. El agua que es un derecho humano básico va a ser vendida. Solamente las personas que posean la cantidad de dinero para poder adquirirla seguirán viviendo en este planeta. Esto es un genocidio que ya ha empezado a tener víctimas. Y como todas las circunstancias generadas por la industria internacional, la pérdida de vidas no tiene importancia mientras los recursos económicos sigan increcendo.

La propuesta lógica sería de educación y conciencia. El agua está mal distribuida en el mundo y lo que debemos hacer como especie es distribuirla de manera equitativa. No podemos permitir que siga muriendo gente por falta de agua potable. Y peor aun que exista una mafia de organizaciones que quieran quitarnos nuestro derecho básico para comercializarlo. No lo vamos a permitir. Debemos exigir de los gobiernos locales la erradicación de agua embotellada y prohibir la comercialización de la misma como un derecho fundamental. Al mismo tiempo exigir a los gobiernos municipales que nos provean de recurso AGUA POTABLE de la mejor calidad posible sin costo alguno, más alla del de ser tratada. Ese es el deber de los gobiernos locales y nuestro derecho.