viernes, 9 de agosto de 2013


Han tocado la puerta

Marcos Rivadeneira S.

 
Han tocado la puerta
en casa no hay timbre, sólo una manilla para golpear
los timbres producen largos resentimientos con el silencio
peleas irreconciliables,
rupturas.

Tampoco tengo teléfono en casa
los teléfonos se masturban eléctricamente
carbonizan y golpean sobre una campana
con el péndulo de la angustia
no tengo teléfono.

Por eso cuando alguien quiere hablarme
tiene que golpear la puerta.
se molestan de venir, debe ser algo importante
de lo contrario dejarían el sobre con las facturas
debajo de la puerta
dejarían la invitación al evento
debajo de la puerta
dejarían los deseos frustrados y los cántaros vacíos
debajo de la puerta

Tengo que cerrar el libro
colocar un señalador para que no se pierdan
en el bosque los niños
(los lentes, dónde están los lentes)
alguien ha tocado a la puerta
aprovecho para hacer café
y estirar las piernas
miro por el ojo de gato
no hay nadie
abro la casa
clausurada a todos los ruidos

Sólo los chicos del vecindario
siguen caminando por la acera
tocando los timbres de las casas y corriendo
cargando sus risas a la espalda
y la infancia
y la infancia.

 

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