sembrar de Marcos Rivadenierade
en la noche
cielo para sembrar
y las nubes -claro-
no están de más...
son los plumones
hay que arropar
cubrir con estrellas los besos
esos destellos
que secan como mancha torpe sobre la piel
en la noche el cielo es un durmiente
madero desnudo de alegrías
¿cuántas noches se necesitan para llegar a tus risos
y causarte espasmos?
la noche de ahora no es la de siempre
para sembrar
es la noche de la víspera